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10-04-2009

Educación superior: Verdades que duelen - emol - tribuna

Educación superior: Verdades que duelen emol,09/04/2009 - Tribuna, Gonzalo Vargas Otte, Rector Universidad Tecnológica de Chile Inacap

El reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y del Banco Mundial "La educación superior en Chile" es categórico: desde un sistema de admisión que perpetúa las desigualdades sociales, mecanismos de financiamiento discriminatorios, programas de estudio demasiado largos y sin relación con las necesidades y expectativas del mundo laboral, estructuras de títulos y grados confusas y arbitrarias, y falta de homologación internacional hasta esquemas de representación anacrónicos e insuficiencia de información adecuada para el diseño de políticas públicas.

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Educación superior: Verdades que duelen emol,09/04/2009 - Tribuna, Gonzalo Vargas Otte, Rector Universidad Tecnológica de Chile Inacap

El reciente informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y del Banco Mundial "La educación superior en Chile" es categórico: desde un sistema de admisión que perpetúa las desigualdades sociales, mecanismos de financiamiento discriminatorios, programas de estudio demasiado largos y sin relación con las necesidades y expectativas del mundo laboral, estructuras de títulos y grados confusas y arbitrarias, y falta de homologación internacional hasta esquemas de representación anacrónicos e insuficiencia de información adecuada para el diseño de políticas públicas.
En síntesis, no obstante reconocer el enorme avance de Chile en materia de crecimiento y cobertura en los últimos 30 años, el informe de la OCDE y del Banco Mundial califica al sistema de educación superior chileno como caro, ineficiente y, en muchos aspectos, obsoleto.
Hay verdades que duelen. Sin embargo, si Chile realmente aspira a ser parte del grupo de países desarrollados que conforman la OCDE, y no solamente un país en desarrollo asociado a este organismo, no se pueden evadir los cuestionamientos que desde ahí se presentan. Un país no puede ser desarrollado si no alcanza altos niveles de formación de su capital humano, ni tampoco si carece de las capacidades de adaptación y desarrollo científico y tecnológico, todo lo cual depende decisivamente de su sistema de educación superior.
Aunque varias de las críticas y recomendaciones ya habían sido planteadas por el Consejo Asesor Presidencial para la Educación Superior y por el Consejo Asesor para la Innovación, este informe de la OCDE y del Banco Mundial constituye el análisis más completo disponible en los últimos años en Chile sobre la materia. Además, no sólo el diagnóstico es el más completo, sino que también el conjunto de recomendaciones de cambio constituye la agenda más ambiciosa de desarrollo de la educación superior chilena en décadas.
En contraste, hasta aquí el debate nacional respecto de su educación superior parece parcial y acotado a sólo algunos de los componentes del sistema.
El informe citado llama a superar la etapa de mejoras incrementales, proponiendo la implementación de un conjunto de reformas de "segunda generación". Para ello, Chile requiere recuperar la pasión por la educación y defender con vigor un sistema al servicio de las mayorías que no continúe reproduciendo las desigualdades de origen ni permita que se perpetúen ineficiencias de alto costo social para cientos de miles de estudiantes.
Debemos optar por una institucionalidad más moderna, ágil y que no distinga entre ciudadanos de primera, segunda o tercera clase en educación superior. La globalización nos impone la necesidad de adaptarse al cambio en forma acelerada, y la renovación académica -en un amplio sentido- es parte vital de ella.
Desde las reformas estructurales de comienzos de los 80, y tras casi 30 años de evolución, la educación superior chilena muestra signos evidentes de agotamiento. Entretanto, el mundo ha cambiado y Chile se queda atrás. La hoja de ruta planteada por la OCDE y el Banco Mundial es clara y precisa. Sólo lograremos sortear los obstáculos si estamos convencidos de que al final del camino la meta vale la pena. Los estudiantes de Chile lo agradecerán.





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1 comentario:

  1. La LGE es una la Ley de acuerdo político.
    Los políticos legislan a espaldas de la ciudadanía, ya que el movimiento estudiantil y el de los docentes, tienen un amplio respaldo social y apoyo para poner fin al lucro en la educación, pero lamentablemente la LGE perfecciona las condiciones antidemocráticas y promueve un sistema educacional de mercado, en donde el acceso a la educación depende de las condiciones de la familia para poder pagarla.
    Una Ley como la que tenemos no fortalece la educación pública y no pone fin de la selección de alumnos y al lucro.
    No existe disposición para aceptarla mientras no se recojan los planteamientos que reafirman que la educación es un derecho y un bien público, junto a esto persisten graves deficiencias, como la Jornada Escolar Completa, la Tarjeta Nacional Estudiantil, la desigualdad y la segregación que promueve el sistema educativo.
    Con todo lo conocido la LGE se aprobó incluido el artículo 46-G en la que profesionales no docentes de universidades acreditadas y con 8 semestres de estudios puedan ejercer por tres años la pedagogía, con la posibilidad de renovar sus servicios por otros dos años. La renovación deberá tener el respaldo del director o directora del establecimiento, sólo con este documento podrá seguir ejerciendo más allá de 5 años, tiempo en que ese profesional deberá estudiar pedagogía o aprobar los exámenes de competencia.
    No obstante lo anterior, debo destacar que existen reserva de constitucionalidad, ya que esto se considera que atenta contra la libertad de trabajo al momento de permitir a otros profesionales que no sean profesores ejercer como tales.
    El otro tema que se pide reserva de constitucionalidad, es porque se piensa que se vulnera los derechos de los estudiantes rurales, los que tendrían que salir de sus lugares de origen al sexto año para acceder a la enseñanza media, lo que constituye una difícil situación para la familia.
    Con todo lo complicado del tema, esto continua, viene la discusión de la agencia de calidad, la superintendencia y el proyecto de fortalecimiento de la educación pública, y el inicio de corporaciones municipales que son también arduos temas.

    En cuanto a los resultados académicos las pruebas estandarizadas a nivel nacional, como internacional, una y otra vez dan cuenta que los resultados en Chile varían según la composición socioeconómica a la que pertenece el estudiante y su colegio.

    Una muestra tan fría como ésta se expresan las brechas sociales existentes en el país y a su vez deja de manifiesto el tipo de colegio que trabaja con las familias con ingresos altos, que representan aproximadamente un 10%, luego viene un 40% la particular subvencionada, con ingresos medios y la municipalizada con el otro 50% y en ese orden se encuentran los resultados académicos.
    Los dos primeros, son herederos del capital cultural, más acondicionados los códigos del modelo económico capitalista, están más familiarizados con las tecnologías digitales, mientras que la educación municipalizada está sometida a múltiples presiones, desprestigiada y satanizada por el modelo económico social imperante, el que desea que toda la educación se venda como un trozo de carne al mejor postor y ha logrado sus objetivos con esta nueva Ley.
    Blog: David Maturana Céspedes (google)

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