¿Está el gobierno escuchando atentamente a los secundarios? No es esa la impresión que surge. Da más bien la impresión que prima un gusto por el orden y con ello una perspectiva policial: nuevamente hay detenidos durante el desalojo de líceos en Santiago. A ello se agrega la reacción de los alcaldes - que parecen aprovechar la ocasión para reponerse de las críticas que culpan a la educación municipalizada de estar al origen de la mala educación.
Con una horrorosa historia contemporanea de violencia institucional - Chile es un país en el que el Estado debe ser extremadamente cuidadoso en el respeto de la integridad y de los Derechos Humanos, más aún en este caso. Si el gobierno ha decidido esperar para realizar los profundos cambios de la política educacional requeridos por las manifestaciones de mediados de año y ha optado por realizar las medidas más urgentes, se trata de una decisión que tiene un costo político. La impaciencia propia de los jóvenes por alcanzar a ver esos cambios es bien comprensible, pues ellos han sido objeto de políticas educacionales ineficientes.
El país no parece contar con la capacidad institucional especializada en políticas de educación pública moderna. En estos meses de reflexión, el Consejo Asesor no ha producido un horizonte atractivo. De otra forma ¿Cómo se entiende la persistencia de la protesta secundaria?
Es también una falla de la Concertación, que no logra aunar criterios para crear una dinámica virtuosa en educación. Ahora que los secundarios se preparan para un día de paro es hora de llamar a reforzar la comunicaciòn con los secundarios. Es paradojal que cuando el país eligió una presidenta de izquierda, la Concertación sin embargo se oriente cada vez más a posturas más conservadoras ¿Temor a innovar?
-------------------Con una horrorosa historia contemporanea de violencia institucional - Chile es un país en el que el Estado debe ser extremadamente cuidadoso en el respeto de la integridad y de los Derechos Humanos, más aún en este caso. Si el gobierno ha decidido esperar para realizar los profundos cambios de la política educacional requeridos por las manifestaciones de mediados de año y ha optado por realizar las medidas más urgentes, se trata de una decisión que tiene un costo político. La impaciencia propia de los jóvenes por alcanzar a ver esos cambios es bien comprensible, pues ellos han sido objeto de políticas educacionales ineficientes.
El país no parece contar con la capacidad institucional especializada en políticas de educación pública moderna. En estos meses de reflexión, el Consejo Asesor no ha producido un horizonte atractivo. De otra forma ¿Cómo se entiende la persistencia de la protesta secundaria?
Es también una falla de la Concertación, que no logra aunar criterios para crear una dinámica virtuosa en educación. Ahora que los secundarios se preparan para un día de paro es hora de llamar a reforzar la comunicaciòn con los secundarios. Es paradojal que cuando el país eligió una presidenta de izquierda, la Concertación sin embargo se oriente cada vez más a posturas más conservadoras ¿Temor a innovar?
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