El Mercurio, editorial, 02/08/2011, extracto.-
Ha faltado una visión de largo plazo en el debate sobre educación, concentrado fuertemente en la enseñanza superior, aunque para lograr mayor equidad es fundamental la preescolar y escolar. Esto ha sido en gran medida responsabilidad del propio Gobierno, que antes de plantear sus propuestas se sentó a negociar con el Consejo de Rectores. De allí surgió una agenda que si bien tenía potencial, no logró transmitir con claridad sus prioridades. En parte, ocurrió así porque ella recogía planteamientos que reflejaban los intereses de los interlocutores elegidos más que una mirada profunda al futuro de la educación superior. Ahora, el Gobierno ha respondido las demandas de otros actores sociales, como los estudiantes secundarios, universitarios y el Colegio de Profesores. Lo ha hecho punto por punto, plasmando un documento que por primera vez en mucho tiempo registra con claridad los objetivos gubernamentales, establece los principios que guían sus propuestas y fija con más detalle -por cierto, sin la especificidad propia de un proyecto de ley- los lineamientos generales de sus propuestas. Este enfoque es el que debería haber primado desde el inicio.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario