El Mostrador, 18/08/2010, extracto.-
(...) Recientemente, el Ministro de Educación, Joaquín Lavín, ha anunciado una nueva reforma al sector, con el propósito de superar los malos resultados de evaluaciones en pruebas como la PSU, Timss, Simce, Pisa y que revelarían una educación peligrosamente insuficiente para la generación de personas con las competencias requeridas para insertase con éxito en la sociedad y el mundo del trabajo. El eje de la propuesta apunta hacia la atracción de “mejores” estudiantes hacia las Pedagogías, en la convicción instalada por el Informe Mckinsey de que “la calidad del sistema educacional no puede superar la calidad de sus docentes”. De allí que el ministro haya planteado un sistema de incentivos económicos que estimularían a estudiantes que, con más de 600 puntos en la PSU, elijan como primera opción la carrera docente.
Hoy es más valioso lo que no se conoce, que el conocimiento ya integrado. Pero las competencias en esa área son escasas en los currículos de nuestras Pedagogías. El profesor será luego, más un “ingeniero de la información”, que un portador de conocimiento.
Transformada en una hipótesis, la propuesta significaría algo así como: “dado que la calidad de la educación depende básicamente de los profesores, conseguir mediante estímulos económicos que los alumnos mejor evaluados elijan como carrera una pedagogía, permitirá que lleguen al sistema educacional buenos profesores, con lo que la calidad de la educación se incrementará”. La afirmación parece convincente. Sin embargo, ¿es “verdadera”?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario