Un post de Arturo Durán.
Tal vez, después de todo, resulte cierto - que estemos frente a la reconquista de la prioridad de la educación pública en América Latina. Una preferencia que la educación pública, por lo demás, nunca debió perder pero que sufrió en las últimas décadas del siglo XX, un proceso de deterioro casi paralelo a aquel de los Derechos Humanos en la región. Sólo en el decenio neo-liberal recuperó calidad - para los sectores que podían pagarsela, muy al estilo de la primera década progresista de una globalización socialmente exclusiva.
Basta dar una mirada a la situación en el continente, desde América Central hasta Chile, para observar como este retraso de la educación pública, víctima - en el pasado reciente - de guerras, gobiernos militares con ideas facistas o simplemente de la indiferencia de gobiernos hacia la educación de sus propios pueblos. Un deterioro que ha sido un factor limitante para el desarrollo humano y ha dejado a grandes sectores de la población del continente en desventaja frente a un mundo globalizado innovador de rápido crecimiento y modernización.
Un buen indicador de este nuevo optimismo para una educación pública acorde a los tiempos es el anuncio del presidente Lula da Silva acerca de hacer del mejoramiento de la calidad de la educación una de las claves de su segunda presidencia. Según El País - que a veces tiene aún esa mirada desconfiada hacia la región - con esta iniciativa Lula da Silva está pensando también en un tercer mandato. Pero, cualquiera que sea la razón de su decisión - es bienvenida, pues viene a reforzar las otras iniciativas regionales.
Argentina - que ya desde 2006 cuenta con una nueva ley de enseñanza - ha avanzado a la cabeza de la región. Perú centró esfuerzos en un proceso de evaluación docente - procedimiento frecuentemente complicado como lo fue también en Chile - pues para ello normalmente se requeriría evaluar antes que nada el compromiso y las políticas del Estado con la formación docente.
Chile vivió recientemente la Promulgación de Ley que garantiza constitucionalmente la cobertura universal para Kinder.[ver video en columna, con presentación por la presidenta Michelle Bachelet] Se trata de un avance significativo y - no es menos importante - del cumplimiento de una promesa de la campaña presidencial. En cuanto a la enseñanza pública, el gobierno cuenta actualmente con los resultados y sugerencias del debate de una gran comisión asesora presidencial luego de la masiva rebelión de los secundarios del primer semestre 2006. Y si bien la presidenta Michelle Bachelet ha declarado hacer de la educación uno de los pilares del desarrollo, el gobierno aún no da, en este ámbito preciso, señales creativas para una nueva educación pública. Aunque también en este caso - como en el de Brasil ahora- el gobierno hace del mejoramiento de la calidad de la educación un objetivo de Estado.
Si bien la noción de innovación aparece en el discurso como una de las cualidades de las que se espera un rol clave en el crecimiento económico, ese vanguardismo - hasta hoy monopolio de una elite - no parece observar transcripción efectiva en el plano de la educación pública, donde persiste un lento gradualismo en un mejoramiento más bien conservador. Tal vez este gradualismo - centrado más que nada en la gestión - impida percibir aún el resultado agregado esperado. O tal vez el discurso no encuentre sustento empírico. El año 2007 pondrá efectivamente a prueba la realidad de dichas políticas. Hasta ahora no se percibe - en esta situación - un nuevo modelo de escuela pública - acorde con lo que UNESCO ha venido postulando para transitar hacia las sociedades del conocimiento. Sería interesante abrir la educación a nuevas tendencias.
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Enlaces:
Cuadernos de Educación : Educación. Es hora de ser creativos.Un texto de Otto Boye El Comercio, Lima, Especiales : Educación en el Perú y evaluación de docentes. El País, 12/02/2007 :
La revolución educativa de Lula Clarín.com, Buenos Aíres, 3/01/2007 : Herramientas para construir la escuela que soñamos Ciberamérica, 14/12/2006 : Chile | Informe final del Consejo Asesor Presidencial para la Calidad de la Educación
Technorati Tags : educación, América Latina, Chile, reforma, sociedades del conocimiento
Tal vez, después de todo, resulte cierto - que estemos frente a la reconquista de la prioridad de la educación pública en América Latina. Una preferencia que la educación pública, por lo demás, nunca debió perder pero que sufrió en las últimas décadas del siglo XX, un proceso de deterioro casi paralelo a aquel de los Derechos Humanos en la región. Sólo en el decenio neo-liberal recuperó calidad - para los sectores que podían pagarsela, muy al estilo de la primera década progresista de una globalización socialmente exclusiva.
Basta dar una mirada a la situación en el continente, desde América Central hasta Chile, para observar como este retraso de la educación pública, víctima - en el pasado reciente - de guerras, gobiernos militares con ideas facistas o simplemente de la indiferencia de gobiernos hacia la educación de sus propios pueblos. Un deterioro que ha sido un factor limitante para el desarrollo humano y ha dejado a grandes sectores de la población del continente en desventaja frente a un mundo globalizado innovador de rápido crecimiento y modernización.
Un buen indicador de este nuevo optimismo para una educación pública acorde a los tiempos es el anuncio del presidente Lula da Silva acerca de hacer del mejoramiento de la calidad de la educación una de las claves de su segunda presidencia. Según El País - que a veces tiene aún esa mirada desconfiada hacia la región - con esta iniciativa Lula da Silva está pensando también en un tercer mandato. Pero, cualquiera que sea la razón de su decisión - es bienvenida, pues viene a reforzar las otras iniciativas regionales.
Argentina - que ya desde 2006 cuenta con una nueva ley de enseñanza - ha avanzado a la cabeza de la región. Perú centró esfuerzos en un proceso de evaluación docente - procedimiento frecuentemente complicado como lo fue también en Chile - pues para ello normalmente se requeriría evaluar antes que nada el compromiso y las políticas del Estado con la formación docente.
Chile vivió recientemente la Promulgación de Ley que garantiza constitucionalmente la cobertura universal para Kinder.[ver video en columna, con presentación por la presidenta Michelle Bachelet] Se trata de un avance significativo y - no es menos importante - del cumplimiento de una promesa de la campaña presidencial. En cuanto a la enseñanza pública, el gobierno cuenta actualmente con los resultados y sugerencias del debate de una gran comisión asesora presidencial luego de la masiva rebelión de los secundarios del primer semestre 2006. Y si bien la presidenta Michelle Bachelet ha declarado hacer de la educación uno de los pilares del desarrollo, el gobierno aún no da, en este ámbito preciso, señales creativas para una nueva educación pública. Aunque también en este caso - como en el de Brasil ahora- el gobierno hace del mejoramiento de la calidad de la educación un objetivo de Estado.
Si bien la noción de innovación aparece en el discurso como una de las cualidades de las que se espera un rol clave en el crecimiento económico, ese vanguardismo - hasta hoy monopolio de una elite - no parece observar transcripción efectiva en el plano de la educación pública, donde persiste un lento gradualismo en un mejoramiento más bien conservador. Tal vez este gradualismo - centrado más que nada en la gestión - impida percibir aún el resultado agregado esperado. O tal vez el discurso no encuentre sustento empírico. El año 2007 pondrá efectivamente a prueba la realidad de dichas políticas. Hasta ahora no se percibe - en esta situación - un nuevo modelo de escuela pública - acorde con lo que UNESCO ha venido postulando para transitar hacia las sociedades del conocimiento. Sería interesante abrir la educación a nuevas tendencias.
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La revolución educativa de Lula
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