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16-09-2006

PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA DE CHILE

EL DIRECTOR SUPREMO DEL ESTADO

LA fuerza ha sido la razón suprema que por mas de trecientos años ha mantenido al nuevo-mundo en la necesidad de venerar como un dogma la usurpación de sus derechos, y de buscar en ella misma el orígen de sus mas grandes debéres. Era preciso que algun día llegase el término de esta violenta sumisión : pero entretanto era imposible anticiparla, la resistencia del débil contra el fuerte impríme un carácter sacrílego á sus pretensiones, y no hace mas que desacreditar la justicia en que se fundan. Estaba reserbado al siglo 19 el oír á la América reclamar sus derechos sin ser delincuente, y mostrar que el periodo de su sufrimiento no podía durar mas que el de su debilidad. La revolución del 18 de Septiembre de 1810 fué el primer esfuerzo que hizo Chile para cumplir esos altos destinos á que lo llamaba el tiempo y la naturaleza : sus habitantes han probado desde entónces la energía y firmeza de su voluntad, arrostrando las vicisitudes de una guerra en que el gobierno español ha querido hacer vér que su política con respecto á la América sobrevivirá al transtorno de todos los abusos. Este último desengaño les ha inspirado naturalmente la resolución de separarse para siempre de la Monarquía Española, y proclamar su INDEPENDENCIA á la faz del mundo. Mas no permitiendo las actuales circunstancias de la guerra la convocación de un Congreso Nacional que sancione el voto público : hemos mandado abrir un gran registro en que todos los Ciudadanos del Estado sufraguen por si mismos libre y espontaneamente por la necesidad urgente de que el gobierno declare en el día la Independencia, ó por la dilación ó negativa : y habiendo resultado que la universaridad de los Ciudadanos está irrovocablemente dedididoo por la afirmativa de aquella proposición, hemos tenido á bien en ejercicio del poder estraordinario con que para este caso particular nos han autorizado los Pueblos, declarar solemnemente á nombre de ellos en presencia del Altísimo, y hacer saber a la gran Confederación del género humano, que el territorio continental de Chile y sus Islas adyacentes, fomran de hecho y por derecho un Estado Libre, Independiente y Soberano, y quedan para siempre separados de la Monarquía de España. con plena aptitud para adoptar la forma de gobierno que mas convenga á sus intereses. Y para que esta declaración tenga toda la fuerza y solidez que debe caracterizar la primera Acta de un Pueblo libre, la afianzamos con el honor, la vida, las fortunas y todas las relaciones sociales de los habitantes de este nuevo Estado : comprometemos nuestra palabra, la dignidad de nuestro empleo, y el decoro de las armas de las PATRIA; y mandamos que con los libros del gran registro se deposite la Acta original en el archivo de la Municipalidad de Santiago, y se cirucle á todos los Pueblos, Ejércitos y Corporaciones para que inmediatamente se jure, y quéde sellada para siempre la emancipación de Chile. Dada en el Palacio Directorial de Concepción á el 1 de Enero de 1918, firmada de nuestra mano, signada con el de la Nación y refrendada por nuestros Ministros y Secretarios de Estado, en los Departamentos de Gobierno, Hacienda y Guerra.
BERNARDO O´HIGGINS.

MIGUEL ZAÑARTU
HIPÓLITO DE VILLEGAS
JOSÉ IGNACIO ZENTENO

Vía: Documento publicado por El Mercurio. 16/9/2006, Reimpresión de versión ilustrada, impresa en Valparaíso por Wells y Silva, circa 1825 / Colección Museo Histórico Nacional.

Ver también: Artículo "Acta de la Independencia de Chile" en sitio Web de la Biblioteca del Congreso Nacional.

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